sábado, 21 de abril de 2012

El millonario Gregotd








AUTOPARODIA. Los caminos del Señor o del demonio, según sean los acontecimientos, benévolos o funestos, son infinitos. He aquí un ejemplo: GREGOTD, persona poco conocida salvo por su alias en Grupo búho, es un hombre de complexión normal y de mediana estatura, por lo que nunca tuvo problemas con la altura de los marcos de las puertas. Siempre pensó, que su limitado desarrollo en vertical, podría ser debido al peso de sus atributos reproductores, que quizás restringió su crecimiento. Pero, como dice este absurdo refrán, “no hay mal que por bien no venga”, su éxito con las mujeres compensó con creces ese nimio defecto. A partir de su primer contacto sexual con el género femenil, se fue corriendo la voz entre las damas, y nunca le faltó una cama que deshacer en compañía de una escultural mujer. He de decir, como contrapunto a lo anterior, que su exiguo cuerpo, no obstante, está, estaba, muy bien proporcionado y dotado de unas facciones perfectas. Ojos azules, nariz delgada y recta, labios carnosos, dientes perfectos, pelo ondulado, y una simpatía innata, (que aún conserva) que le daba al conjunto un atractivo irresistible para el sexo contrario, e incluso para algunos de su propio sexo. Casi superdotado en inteligencia, no la supo aprovechar, por su tendencia a llevar una vida bohemia, sin una residencia fija ni un entorno adecuado. Tuvo muchos contratiempos en su vida, trabajó en diversos oficios, pero no fue maestro en ninguno. Tampoco creó una familia de carne y hueso, pero sí, una familia de personajes literarios, humorísticos y de otros géneros, hijos de su, (valga el término) partenogénesis mental, nacidos en distintos países y por ello con distintas características físicas, influenciadas por la idiosincrasia propia de cada lugar.

Hace pocos años, en plena madurez de su vida, orondo, calvo, cansado y medio loco, conoció a una señora viuda de un multimillonario, del que había heredado todos sus millones, millonaria en carnes también, y se casó con ella. Nada más casarse, la convenció, (más bien fue su fogosidad sexual) y lo nombró heredero universal. Ella murió hace un año, no se sabe muy bien de qué. Hay quien dice que de un orgasmo tan placentero y prolongado que le paró el corazón. Él heredó la gran fortuna, y ahora, millonario y loco, o no, ha comprado Las Torres Kio en Madrid, con el fin de fundar La Editorial GREG, y dar verdadera vida a todos sus personajes y a los que pueda parir a partir de ahora su mente perturbada, que de seguro serán terroríficos. Ha contratado a los arquitectos estadounidenses Philip Johnson y John Burgee para que le unan las plantas 26 mediante prolongación de las mismas. Una especie de puente que una las dos torres, porque está convencido de que se van a volcar como La Torre de Pisa, y también, porque él se va a instalar en esas doble planta, y así no tendrá que bajar para ir de una torre a la otra. También le irá bien vivir a esa altura, para subir a las nubes que tanto le atraen. En breve, presentará una OPA hostil para la compra de todas las acciones de La Editorial Planeta, para auto-darse el premio cada año, e incluso creará uno nuevo para cada mes. Pero su idea principal, es, ejercer una competencia agresiva, para hundir a todas las editoriales que han rehusado la publicación de sus obras literarias, por no ser escritor conocido. Lo que, a su entender, es una gran paradoja; ¿cómo le van a conocer como escritor, si no le publican sus libros?...

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